TRAMAS Coreográficas es una intervención de danza en espacio público, en la que más de treinta performers se mueven como un solo gran organismo que realiza un recorrido. Inspirada en el movimiento de bandadas de pájaros, cardúmenes de peces, o grupos de seres humanos en las grandes urbes, las tramas son los hilos invisibles que conectan a los cuerpos y las estructuras que éstos forman multidimensionalmente, como red de seres autónomos viviendo en comunidad. Con diferentes patrones de movimientos, a través de la respiración y el contacto, suceden transiciones: desde lentas caminatas hasta veloces desplazamientos y sorpresivas y sutiles pausas, como una gran célula que alude al comportamiento en sociedad como mecanismo dinámico de acciones y reacciones. TRAMAS vive con el entorno arquitectónico y urbano, donde se integra generando un trayecto en cuya performance explora a través del movimiento constante entre todos los bailarines un camino de relaciones donde la colaboración y la transformación colectiva son fundamentales para su existencia.
Creada con fondos adjudicados del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (Fondart) en 2010, fue estrenada ese mismo año interviniendo los espacios abiertos del Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM) entre octubre y noviembre. Además, ha intervenido otras ciudades chilenas tales como Valdivia en 2012 y Valparaíso en 2013.
60 minutos aproximados de duración
Dirección: Jose Vidal
Música: Sonido ambiente/Varios Intérpretes
Producción: Catalina Avaria, Víctor Silva
Interpretación: Matilde Amigo, Catalina Avaria, Natalia Bakulic, Jesús Briceño, Carlota Bouquet, Josefina Camus, Carola Castro, Francisca Concha, Gabriel Cunich, David de Flores, Emilio Edwards, Camilo Fernández, Amelia Ibáñez, José Luis Inostroza, Damián Ketterer, Raúl Lagos, Ana José Manríquez, María Renee Miranda, Jaime Muñoz, Darío Oyarzún, Karla Padilla, Carlos Palacios, Isabel Pizarro, Natalia Ramírez, Carla Romero, Paula Sacur, Pía Uribe, Carlo Urra, Bernardita Villarroel, Isidora Zegers, Luis Felipe castillo, Francisco Martínez.
Fotografía: Fabian Cambero